La transición del sector financiero y su papel en la aceleración del progreso hacia la solución de los riesgos del cambio climático y el deterioro de los ecosistemas naturales se encuentran en el centro de la atención. Y entendemos que el papel de las finanzas ocupa un lugar central.

Pero ¿son suficientes los cambios propuestos para afrontar los desafíos de una emergencia planetaria?

En unos pocos años de emisiones de carbono al ritmo actual podemos superar los 1,5 grados Celsius, ¿son la magnitud y el diseño de los cambios regulatorios proporcionales a los importantes cambios de comportamiento necesarios? ¿Contamos con las herramientas adecuadas y con el debate pertinente?

La estabilidad financiera en una emergencia planetaria subraya la necesidad de un enfoque audaz para la regulación financiera, basado en la premisa de que la estabilidad financiera depende totalmente de la estabilidad planetaria.

Existen políticas prácticas que un regulador podría adoptar si se le encomendara la responsabilidad de regular el sistema financiero en consonancia con las necesidades de la sociedad y el planeta. A partir de una revisión de la literatura existente sobre riesgos climáticos y formulación de políticas financieras, junto con entrevistas a destacados expertos en finanzas y políticas sostenibles.

10 medidas que podrían definir el futuro la regulación financiera:

Propuesta n.º 1 – Momento crucial para las pruebas de resistencia: Ampliar los ejercicios de pruebas de resistencia climática en todo el sistema para incluir un escenario para los riesgos físicos más allá de 2050 y un escenario para la transición para 2030.

Propuesta n.º 2 – Reforzar las reservas de capital: Ajustar los instrumentos de capital para tener en cuenta los riesgos financieros relacionados con el clima. Esto limitará la exposición a préstamos con altas emisiones de carbono, aumentará las reservas de capital e incentivará la inversión en sectores con bajas emisiones de carbono.

Propuesta n.º 3 – Estancados en punto muerto: un principio de «quien contamina paga» para las finanzas: Desarrollar mecanismos de «quien contamina paga» para el sector financiero que reflejen las contribuciones a mayores niveles de riesgo sistémico derivadas de la financiación de combustibles fósiles y asignen los ingresos a planes de garantía de depósitos y/o proyectos verdes.

Propuesta n.º 4 – Controlar el proceso: Los reguladores establecen un marco claro sobre lo que significan en la práctica el Acuerdo de París y la alineación con las cero emisiones netas, y las consecuencias de no cumplir con las expectativas.

Propuesta n.º 5 – De KYC a KYCO2: Introducir reglas KYCO2 -Carbono-obligatorias basadas en procesos de verificación de identidad para garantizar que los bancos recopilen datos suficientes sobre el clima y el impacto ambiental de los clientes, en particular de aquellos que tienen el mayor impacto climático.

Propuesta n.º 6 – Activar los frenos de emergencia: Un tratado de no proliferación financiera sobre la financiación de combustibles fósiles y la deforestación, firmado por los bancos centrales y todas las instituciones bancarias reguladas.

Propuesta n.º 7 – Un ‘banco malo’ para activos malos: Los bancos centrales nacionales y regionales crean un ‘banco malo’ para gestionar las exposiciones heredadas a activos con alto riesgo de quedar varados debido a las políticas de transición.

Propuesta n.º 8 – Luz verde para los préstamos: Crear líneas de crédito mayorista verdes incentivadas, refinanciación o mejora crediticia para acelerar la transición a cero emisiones netas.

Propuesta n.º 9 – No dejar a nadie atrás: Introducir una ley actualizada de reinversión en clima y comunidades que redirija el capital hacia el apoyo a la resiliencia comunitaria y la acción climática a través de diversas redes de instituciones financieras locales y especializadas.

Propuesta n.º 10 – Llamamiento al deber fiduciario: Un replanteamiento global de la definición de «responsabilidad fiduciaria» basado en un marco jurídico de impacto que se promulgue en ley y se aplique a un conjunto más amplio de relaciones e instituciones financieras, incluidos los ahorros depositados en bancos.

Para la elaboración de este estudio de avanzada se consultaron a 50 expertos en finanzas sostenibles de diversos ámbitos: el académico, la sociedad civil, la banca comercial, los bancos centrales y la comunidad inversora, para evaluar la viabilidad y el impacto potencial de nuestras propuestas.

10 propuestas con la mejor valoración en impacto y viabilidad

Los hallazgos demuestran un consenso entre una amplia diversidad de actores del sistema financiero respecto a las propuestas de financiación climática que actualmente no se están implementando. Estas representan oportunidades para generar un impacto tangible en el cambio climático y podrían ser viables con la preparación adecuada.

¿Cuáles de estas 10 propuestas políticas existe consenso?

Las propuestas viables con mayor impacto (en orden ascendente de impacto) fueron:

Escala de impacto de (1 a 5) – Viabilidad (-1 a +1):

2: Mayor rigor en los márgenes de seguridad 4,13, 0,3

4: Control del proceso 4,00, 0,3

9: Inclusión de todos 3,67, 0,3

8: Luz verde para los préstamos 3,54, 0,6

5: De KYC a KYCO2 3,49, 0,1

10: Cumplimiento del deber fiduciario 3,49, 0,1

1: Momento crucial para las pruebas de estrés 3,18, 0,3

Este proceso de consulta global ha puesto de manifiesto un consenso latente entre diversos actores sobre políticas que podrían ser tanto eficaces como viables para definir el rumbo de la regulación financiera relacionada con el clima rumbo a 2030.

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